¡Qué suerte tiene el marido con su mujer y su vecina! Tan guapa, insaciable y sobre todo experimentada. Me encantan las mujeres avanzadas en el sexo. Y qué coño y culo tan apetecibles, ¡sólo fuego! La vecina es joven, pero sus tetas son estupendas, hay que cogerlas y mirarlas. El marido también decidió no ser estúpido y se las folló a las dos por el ano de corazón. Ojalá pudiera salirse con la suya.
Por suerte para el tipo, ahora ha pasado de ser un pajillero a un semental. Ella, como mujer, apreciaba su dignidad, y como perra, no pudo resistir la tentación de tomar su pimienta en la boca. Ahora él azotaría a su mamá todos los días, y ella tomaría su semen en su mejilla. ¡Feliz día!
Yo follaría así.